LUXEMBURGUISMO Y PODER

Gracias era este: https://luxemburgism.forumotion.com/politics-politica-politique-politica-f1/cuales-son-las-similitudes-y-las-diferencias-entre-consejistas-y-luxemburguistas-t159-10.htm

Releo cuánto escrito en esos post y en lo que me atañe obviamente me reafirmo en ello, en todo, pero, por escribir sobre acontecimientos actuales quisieran recordar como esta actitud que ahí denuncié se repite:

Aquél espontaneismo, expresión de una cierta conciencia de clase, CGT NO SUPO O NO QUISO RECOGERLO, y al dia de hoy, todo debe pasar por la asamblea de afiliados y así se deja morir, enfriar, situaciones en que aún sería posible (pero ya no por parte de un compañero individual, la división sindical ha calado hondo) una respuesta contundente y enriquecedora de la conciencia de clase. Los burócratas quieren la comida fría, incluso los que tienen buenas intenciones.

Ayer mismo en una mesa de organizaciones en Sevilla convocada en principio en solidaridad "preventiva" con la clase obrera griega, pero que en virtud de trampantojos trotskistas se había dejado morir la oportunidad de convocar de urgencia, en caliente, una concentración la semana pasada, solidaridad que de estar en primer plano necesariamente había de pasar a ejemplo clarificador del robo de rentas salariales hacia el capital, via especulación bursátil contra la deuda griega, toda vez que en España dentro de solo una hora y media el presidente Zapatero anunciará en comparecencia parlamentaria por donde meterá las tijeras del recorte impuesto por la Union Europea de 15.000 millones de euros, y entonces la respuesta "en caliente" por minoritaria que fuere (convocada solo por internet a uno o dos dias vista) continuaría vigente, los "cocineros" trotskistas de IZAN (NPA local) y de En Lucha se opusieron "porque no no sirve de nada el espontaneismo (alusión a mi persona y al luxemburguismo)sin garantias de que pueda ser una concentración importante."
Así pues, no habrá concentración en caliente, obviamente la vanguardia iluminada no puede dejar de tratar "bien", "adecuadamente" la situación, y de paso meter sus consignas y esloganes petrificados así como "la factura" a ser posible.

Hablemos claramente. Históricamente, los errores cometidos por un movimiento verdaderamente revolucionario son infinitamente más fructíferos que la infalibilidad del Comité Central más astuto.
Rosa Luxemburgo: Problemas Organizativos de la Socialdemocracia

Todos los bolcheviques, incluidos los trotskystas, han interiorizado por completo y llevan siempre a la práctica esa supuesta "necesidad de acumulación de fuerzas" BAJO los análisis y consignas de la esclarecida vanguardia. Kautskystas en el peor de los sentidos, idealistas y por tanto anti-materialistas, jacobinos que desconfían de las posibilidades de los "simples" trabajadores a los que ellos se encargarán de aleccionar, convencer, mostrar la luz,... Son incapaces de emprender sus propias acciones sin plantearse lo que harán los demás. Es la suya una estrategia militar o empresarial, en la que se hacen cálculos de costes y bajas, de éxitos y posibilidades de pérdidas. Unos cálculos que deben realizar sus generales. La simple dignidad queda excluida, junto a la confianza, simple y llana, en la inteligencia natural de sus semejantes. Para ellos carecen de sentido tanto la consigna de la I Internacional, la autoemancipación, como la fuerza y la significación profunda de la frase final del Manifiesto. En sus cálculos siempre habrá mucho más que cadenas, en una alienada asunción del discurso castrador del poder.

En ese sentido, los anarquistas también ofrecieron, en su praxis, una contestación adecuada al kautskysmo-leninismo. Pero el kautskysmo-bolchevismo es mucho más que una ideología o que un conjunto de organizaciones: es un cáncer que infecta a enormes capas del movimiento obrero, comenzando por las propias organizaciones confederales y por sus supuestos adalides, como demostraron los casos de Bakunin, Abad de Santillán o los líderes faístas reconvertidos en ministros republicano-represores. Y como muestran hoy tanto la CGT como la CNT. Es un veneno paralizante de la autoactividad de las masas y de cada uno de los segmentos y personas que forman parte de esas masas. Es el miedo que el capataz inculca en aquellos a los que considera sus subordinados por obra y gracia de los beneficios concedidos por el amo. Es el desprecio que se esconde tras la palmadita en la espalda, el discurso "adaptado" y el "dejad que los especialistas nos encarguemos" del burócrata sindical o del político profesional (o aspirante a ello). Es el doble discurso del que aspira al poder negando que ése sea su deseo. Hasta que su "alto sentido de la responsabilidad" le hace "aceptar la pesada carga".

Tanto IZAN como En Lucha son hoy expresiones de todo eso, de lo peor que se oculta tras el bolchevismo. Es su deriva actual, visible en cada uno de los discursos, textos y decisiones que adoptan a cada paso. Visible en su oportunismo, en sus ambiguos discursos, en sus continuos "giros" y asunción de modas, con tal de estar en el candelero ante unos activistas que buscan referentes y que, de acercarse a ellos, acabarán comprobando en sus propias carnes la importancia del conocimiento histórico de esas caricaturas del marxismo. Son penosos aspirantes a sustituir a quienes han perdido su credibilidad entre los trabajadores (los sociatas y stalinistas) y a quienes ni siquiera han llegado a tenerla (los nuevos reformistas).
En rebelión podeis ver hoy el enésimo intento de autoafirmación de un anti-capitalismo que tan sólo aspira a ser payaso-figurante en el circo electoral.

Frente a ellos, y en todo momento, sólo podemos contraponer una ciega confianza en las masas proletarias, de las que sólo así seremos verdaderamente parte. Ciega no porque no quiera ver otras opciones, sino porque sabe que ésa es la única opción que nos ha quedado a lo largo de toda nuestra historia como proletarios y que nos queda hoy para la abolición del capitalismo y la construcción del socialismo. Y ciega porque, frente a todos los sesudos y bien argumentados discursos de los que el papel es incapaz de quejarse, todas las evidencias históricas de las luchas proletarias confirman el valor de esa ceguera.

Sólo nos queda decir y hacer, de manera coherente, lo que pensamos. Sin esperar, sin la protección del rebaño en el que quieren domeñarnos. Porque ésa es la fuerza del proletariado: ver que hay otros que piensan lo mismo que tú, que rechazan la explotación a la que tú también te sabes sometido. Esa visión necesita de la palabra y de la praxis, de la lucha. En ella, todos recobramos la confianza en nuestra propia fuerza como clase, como masa. En ella comprendemos las limitaciones de nuestras propias ideas y las superamos a través del conocimiento compartido. En ella tomamos conciencia de que somos la mayoría, de que somos iguales en lo fundamental, y de que, juntos, somos capaces por nosotros mismos de liberarnos de todos los yugos.
SALUD
PD: considerando que estoy escribiendo algo que repartiré entre mis compañeros de trabajo, a raíz del recorte salarial que hoy nos han anunciado y de los comentarios que eso ya ha suscitado, me ha dado por él tono poético en esta respuesta.

PD: considerando que estoy escribiendo algo que repartiré entre mis compañeros de trabajo, a raíz del recorte salarial que hoy nos han anunciado y de los comentarios que eso ya ha suscitado, me ha dado por él tono poético en esta respuesta.

¡Pues es buenisimo, es el tono adecuado, reinvindiquemoslo siempre, en los mitines, en los panfletos! Es, simplemente, humanidad, sensibilidad y profundas convicciones éticas. Por todo ello, incluso solo por ello, los luxemburguistas seremos recordados.

Ya. Pero poca poética tienen los datos y porcentajes económicos del recorte que hace el sinvergüenza que nos gobierna. Incluso podríamos recordar aquella canción que hablaba de "malos tiempos para lírica". Eso sí: para aquellos que siguen desconfiando de las potencialidades de los "simples" trabajadores, decirles que las charlas que hoy mismo, cuando nos hemos enterado de la reducción de nuestros salarios, se han producido en un simple centro de trabajo entre unos simples compañeros, han sido más que interesantes. Y, más allá de los análisis y las propuestas que salían en la conversación, todos incompletos, se podía percibir el hartazgo. Y, pese al desánimo al que se nos acostumbra, ciertas ganas de encontrar vías alternativas. Porque lo que no nos podrán quitar nunca es saber que SÍ que es posible otro mundo distinto.
SALUD