Lutte internationaliste contre l'austérité !

Plusieurs dizaines de milliers de manifestants ont défilé aujourd'hui 12 avril à Paris contre l'austérité.
Des militants de DC-L ont distribué ce tract dans la manif :

Lutte internationaliste contre l'austérité !

Partout dans le monde, des politiques d'austérité attaquent les conditions de vie et les droits des salariés, des précaires, des chômeurs, des jeunes. La question est de savoir comment gagner la lutte face à cette régression sociale. Or, on ne lutte pas contre la confusion par la confusion : nous pensons donc qu'il faut tenir ferme sur l'internationalisme, cadre de lutte des travailleurs conscients. C'est de cette façon que nous pouvons riposter efficacement à cette politique de la classe capitaliste qui consiste à nous faire payer la crise.

En France comme partout ailleurs, des démagogues de droite et de « gauche » en font des tonnes sur les « solutions nationales » que l'Union Européenne empêcherait. Ils prônent la « démondialisation », la sortie de l'euro et le protectionnisme. Tous parlent avec des trémolos dans la voix de la « souveraineté nationale » qu'il s'agirait de retrouver. Ceux de « gauche » sont gênés par le fait que ceux de droite tiennent en gros le même discours — avec cependant de notables différences sur des questions comme l'immigration ou la culture. Et par ailleurs ceux de droite sont bien plus en pointe dans les élections. C'est assez logique : le nationalisme, même strictement « économique », est un projet politique de repli et d'enfermement, une idéologie de droite.

L'économie est mondialisée, il serait absurde de vouloir revenir à un âge d'or qui n'a de toute façon jamais existé. Il n'existe aucune « voie nationale » qui serait bénéfique aux travailleurs. L'autarcie est une mystification et une impasse historique. Les travailleurs n'ont pas de patrie, pas de « souveraineté monétaire » à défendre. Les questions de l'heure, comme celle de l'austérité, se jouent au niveau mondial, et ce n'est pas en se retrouvant seul à seul avec l'État français à compter des francs dévalués que l'on avancera.

Des mesures immédiates comme la baisse du temps de travail sans réduction de salaire, la construction massive de logements sociaux, la régularisation de tous les sans-papiers, l'annulation des dettes publiques pourraient être des revendications communes à l'échelle au moins européenne, pourraient faire l'objet de véritables mobilisations internationales, collectivement organisées par une fédération d'assemblées générales locales. La réponse à l'offensive capitaliste est la construction par le débat démocratique à la base d'un mouvement social au moins européen.

La véritable solution aux problèmes des travailleurs n'est pas une hypothétique sortie de l'Europe capitaliste, mais l'abolition du capitalisme, du travail salarié et des frontières. Non pas une lutte aux accents nationalistes menée par quelques démagogues et bureaucrates, mais une lutte partant de la base, démocratique et internationaliste. Non pas moins d'Europe, mais une Europe et un monde débarrassés de l'exploitation et de l'aliénation.

Démocratie Communiste (Luxemburgiste), le 12 avril 2014.
http://democratiecommuniste.org

// Esta es una primera versión al castellano -a corregir y mejorar- del texto precedente: "Lucha internacionalista contra la austeridad!"//


Decenas de miles de manifestantes marcharon hoy 12 de abril en París contra la austeridad.
Activistas de DC- L hemos distribuido este folleto en la manifestación:

¡Lucha internacionalista contra la austeridad!

En todo el mundo las políticas de austeridad atacan las condiciones de vida y los derechos de los asalariados, de los precarizados, de los desempleados, de los jóvenes. La cuestión está en saber cómo ganar la lucha frente a esta regresión social. Pero no luchamos contra la confusión mediante la confusión; pensamos por lo tanto que debemos mantenernos firmes en el internacionalismo, en el marco de la lucha de los trabajadores conscientes. Es de esta manera como podemos responder de manera eficaz a esta política de la clase capitalista que consiste en hacernos pagar la crisis.

En Francia, como en todas partes, demagogos de derecha y de "izquierda" ofrecen toneladas de "soluciones nacionales" que la Unión Europea estaría evitando. Abogan por la "desglobalización", la salida del euro y el proteccionismo. Todos hablan con un temblor en la voz de la "soberanía nacional" que debería recuperarse. Los de "izquierda" se ven obstaculizados por el hecho de que los de derecha dicen más o menos lo mismo –aunque con diferencias importantes en temas como inmigración y cultura. Y también porque los de derecha están mucho más avanzados en el tema de las elecciones. Esto es bastante lógico: el nacionalismo, incluso estrictamente "económico", es un proyecto político de repliegue y confinamiento, una ideología de derecha.

La economía está globalizada, sería absurdo volver a una edad de oro que de todos modos nunca existió. No existe "vía nacional" alguna capaz de beneficiar a los trabajadores. La autarquía es una mistificación y un impasse histórico. Los trabajadores no tienen patria, ni " soberanía monetaria" que defender. Las cuestiones actuales, como esta de la austeridad, se juegan a nivel mundial, y no se encuentran en el cara a cara con el gobierno francés que devaluó el franco a medida que avanzamos.

Medidas inmediatas como la reducción de las horas de trabajo sin reducción del salario, la construcción masiva de viviendas sociales, la regularización de todos los indocumentados, la cancelación de las deudas públicas, podrían ser reivindicaciones comunes, a escala al menos europea; podrían ser objeto de verdaderas movilizaciones internacionales, organizadas colectivamente por una federación de asambleas generales locales. La respuesta a la ofensiva capitalista es la construcción, mediante el debate democrático en las bases, de un movimiento social al menos europeo.

La solución real a los problemas de los trabajadores no es una hipotética salida de la Europa capitalista, sino la abolición del capitalismo, del trabajo asalariado y de las fronteras. No una lucha de tintes nacionalistas realizada por algunos burócratas y demagogos, sino una lucha de fondo, democrática e internacionalista. No menos Europa, sino una Europa y un mundo liberados de la explotación y la alienación.

Democracia Comunista (luxemburguista), 12 de abril de 2014.
http://democratiecommuniste.org

(Versión al castellano: Espacio Rosa Luxemburg)

http://www.trasversales.net/t31dc.htm :

A nivel mundial, las políticas de austeridad atacan las condiciones de vida y los derechos de los asalariados, los precarios, los desempleados, los jóvenes. La pregunta es cómo ganar la lucha contra esta regresión social.

Sin embargo, no se lucha contra la confusión con la confusión: pensamos que debemos mantenernos firmes en el internacionalismo, que es el marco de la lucha de los trabajadores conscientes. Así podremos responder de manera eficaz a la política de la clase capitalista que consiste en hacernos pagar la crisis.

En Francia, como en otros muchos lugares, demagogos de derecha y de "izquierda" hacen aspavientos sobre las "soluciones nacionales" que la Unión Europea estaría impidiendo. Abogan por la "desglobalización ", la salida del euro y el proteccionismo. Todos hablan con voz temblorosa sobre la "soberanía nacional" que habría que recuperar .

A los de "izquierda" les molesta que los de derecha mantengan, más o menos, el mismo discurso, aunque, no obstante, con diferencias importantes en temas como la inmigración y la cultura. Y, por otra parte, los de la derecha obtienen mejores resultados en las elecciones. Esto es bastante lógico: el nacionalismo, incluso el estrictamente "económico", es un proyecto político de repliegue y el confinamiento, una ideología de derecha.

La economía está globalizada, sería absurdo volver a una edad de oro que de todos modos nunca ha existido. No existe una "vía nacional" que beneficiaría a los trabajadores. La autarquía es un engaño y un impasse histórico. Los trabajadores no tienen patria , ni una "soberanía monetaria" que defender.

Los problemas actuales, como la austeridad, se juegan a escala mundial, y no avanzaremos poniéndonlos a contar francos devaluados, cara a cara con el Estado francés.

Medidas inmediatas como la reducción de las horas de trabajo sin pérdida de salario, la construcción masiva de viviendas sociales, la regularización de todos los sinpapeles y la cancelación de la deuda pública podrían ser reivindicaciones comunes, al menos a escala europea, podrían convertirse en objeto de verdaderas movilizaciones internacionales, organizadas colectivamente por una federación de asambleas generales locales. La respuesta a la ofensiva capitalista es la construcción de un movimiento social, al menos europeo, por medio de un debate democrático en la bas.

La solución real a los problemas de los trabajadores no es una hipotética salida de la Europa capitalista, sino la abolición del capitalismo, del trabajo asalariado y de las fronteras. No una lucha con acentos nacionalistas llevada a acabio por algunos demagogos y algunos burócratas, sino una lucha que parta de la base, democrática e internacionalista. No menos Europa, sino una Europa y un mundo libre de explotación y alienación.