Mas allá del ridiculo: la autojustificación de Izquierda Anticapitalista

En un contexto, - con el 15M gravitando sobre ellas de manera verdaderamente "alternativa"- en el que el parlamento, el sufragio deturpado y mutilado por la ley electoral, el mismo concepto de "representación" fuertemente cuestionado, los trotskista de la candidatura Izquierda Anticapitalista, han forzado de manera antiunitaria, sectaria, su presencia en las urnas.

En un tour de force que ha acabado por salpicarles del descredito que esta llamada democracia-que no-lo-es no podía por menos que procurarles, deseando "existir" por la magia de los usos parlamentarios y el sufragio trucado, al cabo, acabaron en un efecto boomerang ridiculizados por un marco escasamente democrático que IA legitimaba con su anhelo de reconocimiento oficial ante los ojos de una nueva generación de luchadores contra el capital, a los que solo procura confusión y desconcierto.

http://www.kaosenlared.net/noticia/tras-20-n-desobedecer-mayoria-absoluta-pp

Finalmente, la candidatura Anticapitalistas ha obtenido 24.456 votos en todo el Estado (nos presentábamos en 13 circunscripciones, con una media del 0’2% por provincia).Comparándolo con el resultado de las elecciones europeas de 2009, donde concurrimos solo como IA, hay un crecimiento apreciable en el número de votos totales (entonces fueron 19.890 votos en todas las circunscripciones) y los resultados se triplican en Catalunya. También aquí, los resultados se doblan con respecto a las elecciones catalanas del año pasado. Pero son resultados muy modestos, muy por debajo de lo que sería necesario en un contexto como el actual . A pesar de la indignación general con el sistema mucha gente prefiere hacer un "voto útil", votando a IU o ICV-EUiA, en lugar de optar por un voto de protesta y de convicción para Anticapitalistas, o, simplemente, prefiere abstenerse (o votar nulo ) al pensar que no hay posibilidad de que una opción nueva y combativa pueda sacar representación. Estamos satisfechos de todo el proceso de recogida de firmas para podernos presentar y de la campaña combativa realizada, que ha despertado simpatías y apoyos de gente muy diversa, alguna de la cual ha optado por votarnos y otra no. Muchas personas han colaborado con la campaña y han manifestado su voluntad de contribuir, con nosotros y nosotras, a impulsar una alternativa anticapitalista. Seguir trabajando en los movimientos sociales y en los combates que vendrán contra los recortes del PP y CiU, de una manera radical pero unitaria, es la tarea que tenemos por delante para seguir construyendo un nuevo instrumento político anticapitalista.

Varias cuestiones al respecto:
1. IZAN consideraba estas elecciones, en mi opinión, erróneamente, como le pasó en las europeas a las que se refieren. Entonces pensaron que podían convertirse en un polo de atracción electoral que les permitiese "competir" con IU. En esta ocasión dudo que aspirasen a tanto, pero sí que pensarían en algo más que el resultado que han tenido.

2. Las elecciones son para IZAN un sistema para conseguir afiliaciones. No digo que eso sea negativo, pero sí que deberían ser más claros y no emplear subterfugios.

3. En esta ocasión se han coaligado con En Lucha y con Lucha Internacionalista. Para las elecciones sólo. Mantienen la contradicción entre sus llamamientos unitarios, a la creación de un "ente" anticapitalista que reagrupe a fuerzas diversas, y una praxis real de control absoluto de cualquier proceso de convergencia desde la dirección de su organización (el caso de su relación con En Lucha es el ejemplo más claro).

4. La mayoría del trotskysmo ha optado descaradamente por las vías electorales como forma de aumentar su influencia y poder. No sólo en estos lares, sino en general. Es decir: derivan hacia el parlamentarismo. No me refiero a que empleen las elecciones para hacer propaganda, sino a una estrategia de consolidación como fuerzas parlamentarias. Dentro del sistema parlamentario burgués. Esto se debe a una percepción errónea que les hace pensar que ante el declive de los PCs ellos pueden ocupar ese espacio. Es una reedición de la estrategia de los PCs respecto de la socialdemocracia transformada en social-liberalismo.

5. La clave del momento actual es el descrédito de las instituciones de la democracia burguesa y del sistema político en sí. Es ese contexto el que debería marcar las tácticas adoptadas por las organizaciones obreras respecto de las elecciones. No la estrategia, que en ningún caso puede ser electoralista o proclive al sostenimiento de la mal llamada democracia representativa. Si uno atiende al contexto, la única opción válida en estas pasadas elecciones era atacar al propio sistema negando cualquier relevancia a las elecciones mismas. Ni siquiera pedir la abstención (aunque eso fuera lo más próximo, al estilo de lo que han hecho CGT,...). La táctica era mostrar que los trabajadores debemos seguir nuestro propio camino, de movilización y lucha, contra el sistema. Y que nada se nos había perdido en este circo cuyo resultado sólo podía ser uno: la victoria del capital, pues jugaba en los límites de su terreno, con sus reglas. Unas reglas que no es momento de aceptar de ningún modo. Hay que patear el tablero y poner sobre la mesa otro, el de la lucha directa entre las clases sociales.

6. En un contexto de enorme politización de toda la sociedad, el aumento de la abstención (aumentó el porcentaje habiendo aumentado el número de posibles votantes) corrobora no que esa visión a la que me refiero fuese la correcta, sino que más gente lo percibe. Es decir, que la conciencia de que el sistema no puede cambiarse siguiendo sus reglas se extiende. Los militantes deben incidir en ello y mostrar que las movilizaciones son el camino alternativo.

7. Quienes apuestan ahora por la vía electoral, se digan revolucionarios (IZAN,...) o simplemente hablen de cambios (IU,...), al menos deberían haber optado por aliarse. Pero su deseo de poder (a muy diversas y complejas escalas) se lo impide. Repiten la práctica de la competencia que el sistema impone a todos. En lugar de generar auténticos espacios libres de competencia, modos de articulación distintos a los del sistema y alternativos a éste.

En fin.
SALUD

Luxemburguista escribió:

5. La clave del momento actual es el descrédito de las instituciones de la democracia burguesa y del sistema político en sí. Es ese contexto el que debería marcar las tácticas adoptadas por las organizaciones obreras respecto de las elecciones. No la estrategia, que en ningún caso puede ser electoralista o proclive al sostenimiento de la mal llamada democracia representativa.

No puedo estar mas de acuerdo, con todo el post.

Sobre la estrategia trotskista de sustitución parlamentaria de los PC's que comentas, cabe un apunte: el relativo distanciamiento derechista de sus principios leninistas los llevaría a un terreno ya frecuentado por los PC's ex-stalinistas: sin la "sujeción" (a fuer de escolástica y doctrinaria) a los "pricipios" leninistas en general y en lo que tienen de antiparlamento burgués en particular, estos nietos de Lenin, todo ellos, acaban por conformar ideologia y estructuras partidarias para el poder por el poder mismo, desnudas, y toda vez que NO es de una manera revolucionaria, (o golpista, o pustchista), el camino elegido, ni está en la agenda como cosa de mañana, de acceso mas o menos transitable a EL PODER, será entonces el vivaqueo electorero semiinstitucional todo lo que tendrían, así pues REPETIR PC'S MAS QUE SUSTITUIRLOS, distanciadose igualmente de las renovadas sensibilidades antijerarquicas, antiautoritarias, antiparlamentarias y pro democraticas de las ultimas hornadas de activistas.

Saludos. JM

Kaos reproduce hoy una entrevista a James Petras:
http://www.kaosenlared.net/noticia/fracaso-seguro-derecha-abre-paso-lucha-extra-parlamentaria-espana
Habla de varias cuestiones, pero en relación a las elecciones aquí dice cosas como éstas:

Y como este fenómeno sin dudas va a ocurrir, que tanto el centro-izquierda como la derecha fracasen, eso abre paso para la lucha extra parlamentaria ... Ahora, la última cosa que quiero decir es que no aparece ninguna alternativa electoral. Los vascos de izquierda sí aumentaron mucho su representación, eligieron siete diputados. Eso es una victoria simbólica, no ofrece ninguna salida a la gran crisis capitalista. La tragedia es que los comunistas y la izquierda unida no ganaron la simpatía de las mayorías. Tal vez tienen que repensar sus tácticas y en vez de canalizar tantos recursos en el proceso electoral, buscar alguna forma de fortalecer la lucha extra parlamentaria que parece el único instrumento frente a cuatro años más de gobiernos de sacrificios y austeridad...

Aunque sólo sea por necesidad (o por imposibilidad), ahora, tras las elecciones, la lucha real debiera ser la táctica del momento para las izquierdas. Pero si uno escucha a los líderes de IU (¿tiene militantes esa organización?), no da la impresión de que vaya a ser así. Por más que el mentecato de su supuesto líder máximo hablara la noche electoral de que ahora iban a ser importantes en la calle y en el parlamento. ¿En qué calle están?

La izquierda extraparlamentaria no tendrá más remedio que realizar política extraparlamentaria. Pero si, como comentamos, sigue enfocando su lucha hacia hacerse un hueco en los espacios abandonados por los PCs, errará. Espero que apunten bien.
SALUD

La izquierda extraparlamentaria no tendrá más remedio que realizar política extraparlamentaria

Un hallazgo, propagandistico, que no hay ocasión ociosa para la necesidad de clarificación del discurso y las demandas de las izquierdas dignas de tal nombre, eso es lo que hace Petras cuando reclama una POLITICA EXTRAPARLAMENTARIA para esta hora.

Hasta ahora "extraparlamentaria" era solo un "adverbio de lugar", peyorativo por lo demás, que denotaba mera ubicación sin acción en el espectro politico, dicho desde el PODER, si acaso un "afuera", ¡el lugar de la EXCLUSIÓN, antipolítico, supuestamente! ahora puede comenzar a usarse reclamando, ejerciendo, en TODO EL ESPACIO DEL AFUERA, ¡el lugar de la mayoria, del 99%! Cualquiera puede comprenderlo: NOSOTROS HACEMOS POLITICA EXTRAPARLAMENTARIA, por tanto, lo excepcional vendría a ser el acercamiento siquiera coyuntural a elecciones a ese nivel, ¡y no al revés! Así pues ni siquiera cabría sentirse obligado a defender ante eventos similares tomas de posicion concretas, aunque podría hacerse si la coyuntura lo demandara:

Luxemburguista escibió:


5. La clave del momento actual es el descrédito de las instituciones de la democracia burguesa y del sistema político en sí. Es ese contexto el que debería marcar las tácticas adoptadas por las organizaciones obreras respecto de las elecciones. No la estrategia, que en ningún caso puede ser electoralista o proclive al sostenimiento de la mal llamada democracia representativa. Si uno atiende al contexto, la única opción válida en estas pasadas elecciones era atacar al propio sistema negando cualquier relevancia a las elecciones mismas. Ni siquiera pedir la abstención (aunque eso fuera lo más próximo, al estilo de lo que han hecho CGT,...). La táctica era mostrar que los trabajadores debemos seguir nuestro propio camino, de movilización y lucha, contra el sistema. Y que nada se nos había perdido en este circo cuyo resultado sólo podía ser uno: la victoria del capital, pues jugaba en los límites de su terreno, con sus reglas. Unas reglas que no es momento de aceptar de ningún modo. Hay que patear el tablero y poner sobre la mesa otro, el de la lucha directa entre las clases sociales.

Pongo primero el enlace a un texto de Raúl Zibechi al respecto de este tema:
Las izquierdas en el ojo de la tormenta
Sobre todo considero acertadas estas palabras:

... En suma, si llegamos a triunfar contra el capital, no sabemos con qué sustituir el capitalismo, salvo empeñarnos en repetir aquel socialismo de Estado (que en realidad era un capitalismo de Estado autoritario) que fracasó a finales de la década de 1980.

No es dramático carecer de estrategias, por lo menos durante un tiempo. Lo terrible sería creer que sabemos hacia dónde vamos y con qué pretendemos sustituir un sistema que agoniza ...

Socialdemocracia, socialismo, comunismo y movimiento sindical están paralizados porque el mundo en el que nacieron y crecieron está desapareciendo rápidamente. Aun eso que llamamos movimientos sociales está en crisis, porque ya no pueden seguir actuando del mismo modo ...

Cuando las izquierdas dicen que el capitalismo está en crisis, apenas se asoman a una media verdad. Si aceptamos que estamos ante la crisis del sistema-mundo, debemos comprender que nosotros somos parte de esa crisis, porque nuestros movimientos nacieron en ese sistema y están llamados a desaparecer con él. Por eso se trata de construir otra cosa, de imaginar otras estrategias para cambiarnos en el mundo, porque no sólo se trata de cambiar el mundo, como si fuera algo externo a nosotros...

Esa excepcionalidad de "lo electoral" o "lo parlamentario" que comentas, JM, era lo habitual en el pasado, en los primeros tiempos del movimiento obrero. Eso es lo que a la izquierda mayoritaria (o a la que dirigió el movimiento obrero mayoritariamente) parece que se le fue olvidando. Así como realizar una evaluación (autocrítica se decía antes, pero parece un término obsoleto para muchos) de sus tácticas. Y nunca confundir lo que fue un asunto táctico con la estrategia emancipatoria, que TODOS en las tempranas épocas de luchas obreras sabían que no pasaba por las elecciones. En esto también deberían resonar las palabras de Rosa contra Bernstein y contra los que se fueron apoderando de la II Internacional. Porque Rosa no confundió la táctica propagandística con la estrategia emancipatoria. Pero ahora resulta que no sólo la socialdemocracia de origen reformista (y tantas veces traidora a la revolución, desde la Alemania del 18 hasta la España de Primo de Rivera, por poner dos ejemplos bien pretéritos), sino también los PCs (los stalinistas) en el transcurso de las "décadas doradas" del crecimiento de postguerra, y ahora los mismos trotskystas, incurren en ese reformismo (y no sólo aquí, miremos lo que ocurre con el proceso venezolano o en Argentina). Curioso al menos.

Lo que probablemente une a todos esos grupos es el "pecado kautskysta", el idealismo antimaterialista que se cuece en los abstractos análisis de los comités de partido, fuera de las luchas reales.

Por último, como dices, podría darse el caso de que ni siquiera hubiese que tomar posición o hacer declaraciones al respecto de unos procesos electorales donde nada se juega realmente la clase proletaria. Es decir, no tomar partido en los estrechos límites que el capitalismo trata de imponer. Salvo para afirmar que, como ahora en este Estado, pasara lo que pasara, ganaba el capital. Y vincular esa desmitificación de la falsa democracia (para contrarrestar la alienación a la que nos conduce el discurso dominante) con aquella SÍ real que se está construyendo en las luchas sociales, en las asambleas.
SALUD

El texto que citas de Raúl Zibechi me trae a la memoria este otro que colgamos hace pocos meses de Terry Eagleton, mucho mas amable:
https://luxemburgism.forumotion.com/t800-terry-eagleton-un-futuro-para-el-socialismo?highlight=Terry+Eagleton
del que entesaco este fragmento:

Entonces, ¿de qué debe apenarse la izquierda? La respuesta es seguramente obvia: no de que el sistema sea monumentalmente estable, sino de que es formidablemente poderoso. Demasiado poderoso para nosotros en el presente o, diría yo, en cualquier futuro a corto o mediano plazo. ¿Significa esto que el sistema simplemente no se detendrá y seguirá azuzándonos como un tipo cargoso en un bar? De ningún modo. Es perfectamente capaz de detenerse abruptamente, sin la ayuda de sus opositores políticos. Si esto es una buena o una mala noticia para dichos opositores, es una cuestión discutible. No hace falta el socialismo para que colapse el capitalismo, sólo hace falta el capitalismo mismo. El sistema es ciertamente capaz de cometer un haraquiri. Pero sí hace falta socialismo, o algo parecido, para que el sistema pueda ser derribado sin que nos arroje a todos a la barbarie. Y es por esto que las fuerzas de oposición son tan importantes: para resistir tanto como sea
posible el fascismo, el caos y el salvajismo que seguramente surgirán de una crisis mayúscula del sistema. Walter Benjamin sabiamente observó que la revolución no es un tren fuera de control, es la aplicación de los frenos de emergencia. Bertolt Brecht añadió que el capitalismo, y no el comunismo, era radical. En este sentido, el rol de las ideas socialistas es el de proteger el futuro que todavía no ha nacido –ofrecer, no una tormenta, sino un lugar de refugio en esta tempestad que es la historia.

Seguramente la desazón ante el futuro no desaparecerá concediendo a la historia su inefable papel, tampoco admitiendo que todo lo que sabemos sobre el socialismo desplegandose es que será un asunto planetario, que no encontraremos modelos en el pasado y que será a no dudarlo un despliegue desbordante de la Democracia, sin embargo sí que sabemos que aquellos cuya felicidad está condicionada por la felicidad del prójimo, próximo o lejano, soportaremos mejor escacesez materiales bajo el signo de la igualdad.