"Las guerras son un fenómeno bárbaro, profundamente inmoral, reaccionario y contrario a los intereses del pueblo "(Rosa Luxemburg)
Una vez más, el Estado israelie, con el apoyo de casi toda su clase política y de la mayoría de su población, al menos segun los sondeos publicados, ha decidido de agredir la poblacion de Palestina.
Repitiendo la misma estrategia que en el Líbano en 2006, la fuerza aerea israelíe bombardea objetivos « estratégicos » , sabiendo perfectamente que matará a una gran proporción de civiles, todo esto bajo el falso pretexto de "erradicar" a un " movimiento terrorista ".
Los aviones israelíes destruyen, como en Líbano, instalaciones civiles que se necesitarán años para reconstruir, y estas destrucciones sólo haran la vida de los Palestinos más catastrófica aún. Desde la primera noche de la ofensiva terrestre, el 3 de enero 2009, las infraestructuras eléctricas fueran destruidas, privando a los habitantes de luz, la noche siendo iluminada solamente por los edificios y depósitos de combustible en llamas.
El ejército israeli provoca deliberadamente el hambre de la población palestina, con la esperanza estupida y cinica que los Palestinos se van a rebelar contra el Hamas. Los pocos convoyes de ayuda humanitaria que entran en Gaza son inútiles porque la gente no pueden salir a la calle e ir a los puntos de repostaje. El suministro de agua esté prácticamente parado.
Esta estrategia mortal se presenta como un acto de "autodefensa legitima", como lo explico el CRIF (Consejo Representativo de las Instituciones Judías en Francia). El 4 de enero 2009, al final de una manifestación de apoyo al Estado israeli, uno de sus representantes menciono las víctimas de los cohetes del Hamas (menos de una decena de muertos civiles y militares por ahora). Pero ni siquiera hablo de los 500 muertos y 2 500 heridos palestinos causados por los bombardeos de las FDI.
Mucho más que una respuesta "desproporcionada", se trata de un nuevo crimen de guerra premeditado del Estado israeli, tal como lo explican los militantes israelies que luchan en favor de negociaciones entre Israel y el Hamas y para el cese inmediato del embargo contra Gaza, como primeres pasos.
Esta agresion sangrienta también se debe a los cálculos cinicos de las elites políticas israelíes: por un lado, quieren aprovechar del interregno entre Bush y Obama para poner los Estados Unidos frente a un hecho consumado ; y, en segundo lugar, preparan las elecciones de febrero 2009. "No se construye una campaña electoral sobre cadaveres de niños ! Todos los ministros del Gobierno son criminales de guerra! " gritaban los manifestantes de Tel Aviv el 3 de enero 2009. Asimismo, denunciaron "la guerra de las 6 sillas" porque el Partido Laborista, según los sondeos, espera ganar 6 nuevos deputados gracias a su posición favorable a la operacion "Plomo endurecido".
Mismo si los bombardeos israelies son bárbaros, no podemos calificar las tropas israelíes o los gobiernos de Israel, de "sionazis", palabras que florecen en la Internet y que hemos oído en las manifestaciones. Nuestra emoción y nuestra ira justificadas contra esta guerra no deben llevarnos sobre el terreno de los que hacen una equivalencia entre sionismo y nazismo.
En cuanto a la palabra de genocidio, no podemos meter sobre el mismo plan, de un lado, el genocidio de los Judios, de los Armenios y de los Tutsis, y, del otro lado, el masacre de los Palestinos durante los bombardeos israelis. Un tal uso de la palabra genocidio vacia este termino de su sentido muy especifico : exterminacion systematica de un pueblo, y puede solamente crear la confusion politica.
Cabe recordar que la guerra de Argelia hizo un millón de muertos entre la población argelina. No hay necesidad de invocar el Judéocidio para devolverlo contra los gobiernos de Israel, o peor, contra todo el pueblo israeli, para condenar la barbaria de las tropas de las FDI.
Desde nuestro punto de vista, socialista, laico e internacionalista, los trabajadores de Israel y de Palestina deben elegir el sistema político bajo el cual quieren vivir de inmediato: un Estado laico o dos Estados seculares. Los trabajadores palestinos y israelis deben tambien elegir si quieren ir más adelante: no sólo luchar por derechos democráticos y sociales iguales, sino también poner en cuestión el sistema capitalista que los oprime en Israel y en Palestina.
No creemos que el nacionalismo israeli (el sionismo) y el nacionalismo palestino (la corriente de la Autoridad Palestina o la corriente, más religiosa, del Hamas) ofrecen la mas minima perspectiva común a los dos pueblos y a los explotados de la región.
Por sus agresiónes y su expansión territorial permanentes, el Estado de Israel alimenta el odio no sólo contra sus propios ciudadanos sino también contra la religión judía de la cual este Estado pretende defender los valores. Mezclando las consecuencias absolutamente dramáticas del Judéocidio y de la barbaria nazi, la necesidad para los israelíes de defenderse contra los Estados vecinos, y referencias bíblicas, todo esto para justificar su política colonialista hasta hoy, el Estado de Israel hizo ayer el juego del nacionalismo de la OLP, y hoy hace el juego del Hamas, un movimiento que, como la mayoria de las corrientas del sionismo, no distingue entre las cuestiones políticas y religiosas.
Sabemos que las guerras religiosas siempre se terminan en un baño de sangre (como paso en Francia con los protestantes) y la partición y el exilio acompañados de masacres (la separación entre la India y Pakistán siendo el último ejemplo maciço) .
Es importante, si uno quiere lograr acuerdos de paz, de poner de lado la religión, sus símbolos, sus "mandamientos divinos » y sus principios reaccionarios.
No habrá paz:
- Sin que Israel y el Hamás acceptan de negociar (negociaciones ya han tenido lugar en varias ocasiones);
- Sin la fin del bloqueo de Gaza;
- Sin una redistribución radical y igualitaria de los territorios y de los recursos entre israelíes y palestinos;
- Sin derechos democráticos iguales para todos en los dos Estados o en una federación israelo-palestina ;
- Sin una separación radical entre las religiónes y el Estado o los Estados.
Por ahora, la solidaridad internacional debe manifestarse para el cese inmediato de esta escalada guerrera. Por otra parte, no debemos ceder a lógicas comunitarias. Presentar la situación como un enfrentamiento entre un campo que apoya el gobierno israelí, y un otro partidario del Hamas, sería una caricatura profundamente engañosa. Sin apoyar ninguno de los dos beligerantes, y mismo si podemos tener appreciacions diversas sobre lo que representan, nos ponemos en el campo de los intereses de la abrumadora mayoría, el campo de los trabajadores, cual que sea la etiqueta nacional que el azar los ha atribuido. Es la tarea del movimiento obrero de organizar la lucha contra la guerra.
Por eso luchamos por una paz justa en el Medio Oriente, sin nunca esconder nuestras convicciones democráticas, anti-estatistas, igualitarias, libertarias y socialistas.
Yves Coleman (Ni patrie ni frontières), Quentin Dauphiné (Francia), Nicolas Dessaux (Solidarité Irak, Francia), João Pedro Freire (Tribuna socialista, Portugal), The Hobgoblin, Stéphane Julien (Francia), Pierre Loinod (Démocratie Communiste (Luxemburgiste), Francia).
Una vez más, el Estado israelie, con el apoyo de casi toda su clase política y de la mayoría de su población, al menos segun los sondeos publicados, ha decidido de agredir la poblacion de Palestina.
Repitiendo la misma estrategia que en el Líbano en 2006, la fuerza aerea israelíe bombardea objetivos « estratégicos » , sabiendo perfectamente que matará a una gran proporción de civiles, todo esto bajo el falso pretexto de "erradicar" a un " movimiento terrorista ".
Los aviones israelíes destruyen, como en Líbano, instalaciones civiles que se necesitarán años para reconstruir, y estas destrucciones sólo haran la vida de los Palestinos más catastrófica aún. Desde la primera noche de la ofensiva terrestre, el 3 de enero 2009, las infraestructuras eléctricas fueran destruidas, privando a los habitantes de luz, la noche siendo iluminada solamente por los edificios y depósitos de combustible en llamas.
El ejército israeli provoca deliberadamente el hambre de la población palestina, con la esperanza estupida y cinica que los Palestinos se van a rebelar contra el Hamas. Los pocos convoyes de ayuda humanitaria que entran en Gaza son inútiles porque la gente no pueden salir a la calle e ir a los puntos de repostaje. El suministro de agua esté prácticamente parado.
Esta estrategia mortal se presenta como un acto de "autodefensa legitima", como lo explico el CRIF (Consejo Representativo de las Instituciones Judías en Francia). El 4 de enero 2009, al final de una manifestación de apoyo al Estado israeli, uno de sus representantes menciono las víctimas de los cohetes del Hamas (menos de una decena de muertos civiles y militares por ahora). Pero ni siquiera hablo de los 500 muertos y 2 500 heridos palestinos causados por los bombardeos de las FDI.
Mucho más que una respuesta "desproporcionada", se trata de un nuevo crimen de guerra premeditado del Estado israeli, tal como lo explican los militantes israelies que luchan en favor de negociaciones entre Israel y el Hamas y para el cese inmediato del embargo contra Gaza, como primeres pasos.
Esta agresion sangrienta también se debe a los cálculos cinicos de las elites políticas israelíes: por un lado, quieren aprovechar del interregno entre Bush y Obama para poner los Estados Unidos frente a un hecho consumado ; y, en segundo lugar, preparan las elecciones de febrero 2009. "No se construye una campaña electoral sobre cadaveres de niños ! Todos los ministros del Gobierno son criminales de guerra! " gritaban los manifestantes de Tel Aviv el 3 de enero 2009. Asimismo, denunciaron "la guerra de las 6 sillas" porque el Partido Laborista, según los sondeos, espera ganar 6 nuevos deputados gracias a su posición favorable a la operacion "Plomo endurecido".
Mismo si los bombardeos israelies son bárbaros, no podemos calificar las tropas israelíes o los gobiernos de Israel, de "sionazis", palabras que florecen en la Internet y que hemos oído en las manifestaciones. Nuestra emoción y nuestra ira justificadas contra esta guerra no deben llevarnos sobre el terreno de los que hacen una equivalencia entre sionismo y nazismo.
En cuanto a la palabra de genocidio, no podemos meter sobre el mismo plan, de un lado, el genocidio de los Judios, de los Armenios y de los Tutsis, y, del otro lado, el masacre de los Palestinos durante los bombardeos israelis. Un tal uso de la palabra genocidio vacia este termino de su sentido muy especifico : exterminacion systematica de un pueblo, y puede solamente crear la confusion politica.
Cabe recordar que la guerra de Argelia hizo un millón de muertos entre la población argelina. No hay necesidad de invocar el Judéocidio para devolverlo contra los gobiernos de Israel, o peor, contra todo el pueblo israeli, para condenar la barbaria de las tropas de las FDI.
Desde nuestro punto de vista, socialista, laico e internacionalista, los trabajadores de Israel y de Palestina deben elegir el sistema político bajo el cual quieren vivir de inmediato: un Estado laico o dos Estados seculares. Los trabajadores palestinos y israelis deben tambien elegir si quieren ir más adelante: no sólo luchar por derechos democráticos y sociales iguales, sino también poner en cuestión el sistema capitalista que los oprime en Israel y en Palestina.
No creemos que el nacionalismo israeli (el sionismo) y el nacionalismo palestino (la corriente de la Autoridad Palestina o la corriente, más religiosa, del Hamas) ofrecen la mas minima perspectiva común a los dos pueblos y a los explotados de la región.
Por sus agresiónes y su expansión territorial permanentes, el Estado de Israel alimenta el odio no sólo contra sus propios ciudadanos sino también contra la religión judía de la cual este Estado pretende defender los valores. Mezclando las consecuencias absolutamente dramáticas del Judéocidio y de la barbaria nazi, la necesidad para los israelíes de defenderse contra los Estados vecinos, y referencias bíblicas, todo esto para justificar su política colonialista hasta hoy, el Estado de Israel hizo ayer el juego del nacionalismo de la OLP, y hoy hace el juego del Hamas, un movimiento que, como la mayoria de las corrientas del sionismo, no distingue entre las cuestiones políticas y religiosas.
Sabemos que las guerras religiosas siempre se terminan en un baño de sangre (como paso en Francia con los protestantes) y la partición y el exilio acompañados de masacres (la separación entre la India y Pakistán siendo el último ejemplo maciço) .
Es importante, si uno quiere lograr acuerdos de paz, de poner de lado la religión, sus símbolos, sus "mandamientos divinos » y sus principios reaccionarios.
No habrá paz:
- Sin que Israel y el Hamás acceptan de negociar (negociaciones ya han tenido lugar en varias ocasiones);
- Sin la fin del bloqueo de Gaza;
- Sin una redistribución radical y igualitaria de los territorios y de los recursos entre israelíes y palestinos;
- Sin derechos democráticos iguales para todos en los dos Estados o en una federación israelo-palestina ;
- Sin una separación radical entre las religiónes y el Estado o los Estados.
Por ahora, la solidaridad internacional debe manifestarse para el cese inmediato de esta escalada guerrera. Por otra parte, no debemos ceder a lógicas comunitarias. Presentar la situación como un enfrentamiento entre un campo que apoya el gobierno israelí, y un otro partidario del Hamas, sería una caricatura profundamente engañosa. Sin apoyar ninguno de los dos beligerantes, y mismo si podemos tener appreciacions diversas sobre lo que representan, nos ponemos en el campo de los intereses de la abrumadora mayoría, el campo de los trabajadores, cual que sea la etiqueta nacional que el azar los ha atribuido. Es la tarea del movimiento obrero de organizar la lucha contra la guerra.
Por eso luchamos por una paz justa en el Medio Oriente, sin nunca esconder nuestras convicciones democráticas, anti-estatistas, igualitarias, libertarias y socialistas.
Yves Coleman (Ni patrie ni frontières), Quentin Dauphiné (Francia), Nicolas Dessaux (Solidarité Irak, Francia), João Pedro Freire (Tribuna socialista, Portugal), The Hobgoblin, Stéphane Julien (Francia), Pierre Loinod (Démocratie Communiste (Luxemburgiste), Francia).
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