Revolución en Túnez – Algunas lecciones sobre cómo ganar

Revolución en Túnez – Algunas lecciones sobre cómo ganar

La revolución en Túnez es la primera gran victoria para revertir el asalto a la clase obrera mundial que se intensificó con el derrumbe económico mundial del 2008. No sólo la revuelta de masas logró librarse del dictador Ben Ali (aunque todavía no lo ha hecho para el resto de ese gobierno), sino que el temor generado en la clase dominante de todos los países árabes ha revertido el curso de las medidas de austeridad en Argelia, Egipto, Jordania y otros lugares, con la rebaja de los impuestos sobre los alimentos, el restablecimiento de las subvenciones, el anuncio de programa creador de empleos.

Las protestas de masas funcionan - pero sólo cuando, como en Túnez, provocan temor en los corazones de los poderosos, temor a que puedan perder el poder. La revolución de Túnez ha sido capaz de hacer eso, porque este movimiento juntó a toda la clase obrera detrás de demandas que están en el interés de todos. Surgió inicialmente en las protestas contra el paro, y algunos de los lemas iniciales fueron "Empleos para todos" y "Abajo con los altos costos de vida". Como señaló Rosa Luxemburgo en su descripción de las huelgas de masas hace más de un siglo, las demandas políticas, tales como la demanda para deshacerse de Ben Ali, surgen de las demandas económicas en un movimiento de huelga de masas, y a su vez las victorias políticas establecen las bases para mayores demandas económicas.

El movimiento de Túnez también asusta a los gobernantes, ya que es independiente de los partidos y las instituciones existentes. No es dirigido por los partidos o los sindicatos cuyos líderes pueden canalizar o traicionar el movimiento. Al contrario, el movimiento ha tomado el control de las organizaciones existentes en sus bases, transformando secciones sindicales en puntos de la movilización, en contra de la voluntad de los dirigentes sindicales y en varias ocasiones obligándolos a tomar cada vez más y más medidas radicales para ponerse al día con un movimiento que no dirigen.

En tercer lugar, este movimiento genera concesiones, ya que plantea demandas ofensivas, demandas para mejorar la situación, no sólo para resistir los cortes. La demanda de "trabajo para todos" es particularmente eficaz y se encuentra en agudo contraste con las exigencias defensivas mucho más limitadas de “opposición a los cortes” que surgieron con muchos menos resultados en Europa y los EE.UU. Estas demandas preocupan los gobernantes – qué van a pedir después ?

El impacto de la revolución de Túnez sin duda se extenderá no sólo a través de la región de habla árabe, donde las protestas han estallado en Argelia, Egipto, Jordania y Yemen, sino también a Francia, donde 600.000 tunecinos han ido a vivir, y que comparte una idioma que la mayoría de los tunecinos hablan. Muchos Tunecinos hablan también italiano, por lo que existe una relación en Italia también.

Por supuesto, la victoria final en Túnez está lejos de ser inevitable. Para que la revolución tunecina del Jazmín vaya hacia adelante, ella debe ser capaz de crear organizaciones independientes y democráticas al nivel nacional que pueda presionar por sus demandas centrales y para que sean más concretas. Ya, han surgido comités populares en los barrios, a menudo haciéndose cargo de la seguridad. Pero con el regreso de los partidos de la oposición exiliados, los comités deberán ser capaces de elegir a delegados a asambleas de trabajadores a los niveles locales de las ciudades y al nacional que aseguren su independencia de los partidos existentes. La amenaza a la revolución es que las próximas elecciones canalicen los movimientos en apoyo a los partidos existentes que no cuestionan el sistema en su conjunto. El desafío es crear una organización democrática que pueda participar de manera independiente en las elecciones también, presentando a candidatos que defiendan sus demandas.

Los problemas que enfrentan los trabajadores tunecinos no son en absoluto exclusiva de ellos, son dificultades que enfrentan los trabajadores de todo el mundo. Tampoco su respuesta es exclusiva de ese país. La demanda de Trabajo para todos – empleos para todos ; la demanda concreta de un programa de obras públicas con el empleo directo del gobierno satisface las necesidades de los trabajadores de todo el mundo. La revolución de Túnez, todavía joven y dando sus primeros pasos, indica que esta demanda puede convertirse en un grito mundial por un movimiento unificado que puede ganar grandes victorias.