Quienes vivimos en tierras manchegas sufrimos ahora mismo dos amenazas medioambientales (entre muchas otras) especialmente graves: los planes gubernamentales de instalación del Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares (ATC, un cementerio nuclear) en Villar de Cañas; y la aprobación de un proyecto ¿de investigación? de fracturación hidráulica en el Campo de Montiel y La Mancha. Los militantes de Alternativa Roja y Verde (Los Alternativos) rechazamos radicalmente ambos proyectos, y estamos implicados activamente en la lucha contra ellos.
¿Por qué hay que rechazar estos planes del poder?
Los rechazamos por varios motivos:
1. Porque suponen un riesgo incuestionable para la salud de la población. Quienes minimizan o niegan esos riesgos, sencillamente, MIENTEN.
2. Porque destrozarán los ecosistemas sobre los que se asienta nuestra vida. La contaminación de los acuíferos 23 y 24 supondría que el agua que en estas tierras consumimos (pues dependemos de esos acuíferos para beber y para todo) contendría las sustancias nocivas (muchas de ellas cancerígenas) que se emplean en la extracción del gas de pizarra. También los suelos se verían, lógicamente, contaminados. Y la contaminación nuclear también podría afectar al río Záncara y, desde él, a los acuíferos.
3. Porque acabarán con las actividades productivas que sustentan la economía de estas tierras. Los productos agrícolas de toda esta zona se verían cuestionados por la posibilidad de contener radiación y/o contaminantes de todo tipo. En ese sentido, queremos desde aquí rechazar la actitud de algunos (especialmente algunos miembros de organizaciones agrarias) que tratan de silenciar la cuestión. Esa “estrategia del avestruz” es tan absurda como inútil. También las Lagunas de Ruidera y las Tablas de Daimiel se verían afectadas. Y con ellas las actividades turísticas y los empleos que generan o pueden llegar a generar.
4. Porque no son necesarios para garantizar los suministros energéticos. Sabemos que aquí podemos generar energía eléctrica de otra manera. Y en enormes cantidades. ¿No tenemos aquí viento y sol más que suficientes para producirla? No sólo para nuestras necesidades, sino también para abastecer a otras zonas (Madrid,...). Y creando muchos más puestos de trabajo que el basurero nuclear y las fracturaciones. Y sin ningún tipo de riesgo o impacto nocivo, ni para las personas ni para el medioambiente.
Si a todo esto le unimos los recortes, la privatización y el desmantelamiento que están padeciendo nuestros servicios públicos (sanitarios, educativos, sociales y asistenciales, trenes,...), y los cierres de empresas y despidos (públicos y privados), la situación a la que nos enfrentamos en los pueblos manchegos no puede ser más aterradora: si no le damos por completo la vuelta a la situación, la emigración y la despoblación son nuestro único futuro. Por eso tenemos que luchar, de la manera más constante y unitaria posible, para que la crisis, en todas sus manifestaciones, la paguen los capitalistas y no el pueblo.
Si queremos un futuro distinto al que nos tiene reservado el sistema capitalista tenemos que cuestionar radicalmente todo el proceso de producción, también el energético. Incluyendo el sistema de propiedad privada respaldado por los estados en que se fundamenta. La verdadera lucha que tenemos que afrontar supone el cambio a una producción energética verdaderamente pública, socializada y autogestionaria, que nos dote de autonomía frente a los intereses de las grandes eléctricas constantemente protegidos por sus legisladores de turno.
1. Porque suponen un riesgo incuestionable para la salud de la población. Quienes minimizan o niegan esos riesgos, sencillamente, MIENTEN.
2. Porque destrozarán los ecosistemas sobre los que se asienta nuestra vida. La contaminación de los acuíferos 23 y 24 supondría que el agua que en estas tierras consumimos (pues dependemos de esos acuíferos para beber y para todo) contendría las sustancias nocivas (muchas de ellas cancerígenas) que se emplean en la extracción del gas de pizarra. También los suelos se verían, lógicamente, contaminados. Y la contaminación nuclear también podría afectar al río Záncara y, desde él, a los acuíferos.
3. Porque acabarán con las actividades productivas que sustentan la economía de estas tierras. Los productos agrícolas de toda esta zona se verían cuestionados por la posibilidad de contener radiación y/o contaminantes de todo tipo. En ese sentido, queremos desde aquí rechazar la actitud de algunos (especialmente algunos miembros de organizaciones agrarias) que tratan de silenciar la cuestión. Esa “estrategia del avestruz” es tan absurda como inútil. También las Lagunas de Ruidera y las Tablas de Daimiel se verían afectadas. Y con ellas las actividades turísticas y los empleos que generan o pueden llegar a generar.
4. Porque no son necesarios para garantizar los suministros energéticos. Sabemos que aquí podemos generar energía eléctrica de otra manera. Y en enormes cantidades. ¿No tenemos aquí viento y sol más que suficientes para producirla? No sólo para nuestras necesidades, sino también para abastecer a otras zonas (Madrid,...). Y creando muchos más puestos de trabajo que el basurero nuclear y las fracturaciones. Y sin ningún tipo de riesgo o impacto nocivo, ni para las personas ni para el medioambiente.
Si a todo esto le unimos los recortes, la privatización y el desmantelamiento que están padeciendo nuestros servicios públicos (sanitarios, educativos, sociales y asistenciales, trenes,...), y los cierres de empresas y despidos (públicos y privados), la situación a la que nos enfrentamos en los pueblos manchegos no puede ser más aterradora: si no le damos por completo la vuelta a la situación, la emigración y la despoblación son nuestro único futuro. Por eso tenemos que luchar, de la manera más constante y unitaria posible, para que la crisis, en todas sus manifestaciones, la paguen los capitalistas y no el pueblo.
Si queremos un futuro distinto al que nos tiene reservado el sistema capitalista tenemos que cuestionar radicalmente todo el proceso de producción, también el energético. Incluyendo el sistema de propiedad privada respaldado por los estados en que se fundamenta. La verdadera lucha que tenemos que afrontar supone el cambio a una producción energética verdaderamente pública, socializada y autogestionaria, que nos dote de autonomía frente a los intereses de las grandes eléctricas constantemente protegidos por sus legisladores de turno.
¿Qué estamos aprendiendo de la organización de estas luchas?
Para luchar contra estas barbaridades se han conformado dos Plataformas amplias y unitarias: la Plataforma contra el cementerio nuclear en Cuenca; y la Plataforma contra la fractura hidráulica en el Campo de Montiel y La Mancha. Sus modelos organizativos son distintos:
La Plataforma contra el ATC está compuesta por muchas organizaciones, lo que en origen le proporcionó un gran apoyo social en toda la provincia. Un apoyo que se consolidó a través de numerosas movilizaciones, en las que también se confluyó con otras luchas (contra las privatizaciones,…). Pero ese modelo ha generado 2 problemas:
• Que muchas organizaciones apenas participaran realmente, más allá de poner su nombre para “salir en la foto”;
• Y que ese oportunismo, así como las evidentes contradicciones en el seno de esas mismas organizaciones oportunistas, ha llevado a diferencias muy importantes que están condicionando gravemente la lucha.
La pregunta que deberíamos hacernos todos, pero especialmente quienes aún confían en esas organizaciones, es: ¿son verdaderamente anti-nucleares el PSOE y sus “satélites”?
Los militantes alternativos participamos en esta Plataforma. Pero nunca hemos puesto nuestro nombre (se nos llegó a plantear por algunos compañeros de otras organizaciones). Lo hacemos a través de los movimientos sociales asamblearios, de base y unitarios en los que participamos, incentivando la movilización y la lucha, especialmente en nuestras localidades. Porque, a diferencia de algunos, no tenemos ningún tipo de afán de protagonismo o de obtener réditos particulares. Nos interesa, sencillamente, acabar con la nuclear, aquí y en todas partes.
La Plataforma contra la fractura hidráulica ha adoptado otro modelo, que a nosotras nos parece más interesante, y en el que nos sentimos mucho más cómodas. Se estructura en grupos locales de activistas de muy diversa procedencia y filiación, y que actúan a título individual en los grupos, no como portavoces ni representantes de ninguna organización (ni sujetos a ellas). Esos grupos locales se apoyan y coordinan entre sí para la lucha. Toda organización puede apoyar (o no) esta lucha como considere (nosotras lo estamos haciendo a través de este Comunicado). Pero, como tales organizaciones, no forman parte de la Plataforma. Eso tiene la clara ventaja de que nos evita a todos esos oportunismos de los que antes hablábamos. De hecho, no tenemos que soportar a quienes sólo buscan sus intereses (electoralistas o de otro tipo). Porque nada tienen que “pescar”. Además, esa diversidad nos enriquece a todas. Y nos hace comprender que los de abajo tenemos mucho más en común de lo que podría parecer.
Este verano se realizó una nueva marcha a Villar de Cañas contra el ATC. Y una jornada reivindicativa en las Lagunas de Ruidera contra la fractura hidráulica. Ahora se está desarrollando una campaña de denuncia por todo el río Záncara, usando para ello un “bidón radioactivo” (de mentira, claro). Y de aquí al 19 de Octubre (que este año será el día mundial de lucha contra la fractura hidráulica) se harán más movilizaciones. Los militantes de Alternativa Roja y Verde (Los Alternativos) hemos participado y estamos participando en todas ellas. Poniendo todo lo mucho o lo poco que sabemos y podemos. Y sin esperar nada a cambio. Por simple coherencia.
http://altermundialistas.wordpress.com/2013/10/07/ni-cementerio-nuclear-ni-fractura-hidraulica/
SALUDLa Plataforma contra el ATC está compuesta por muchas organizaciones, lo que en origen le proporcionó un gran apoyo social en toda la provincia. Un apoyo que se consolidó a través de numerosas movilizaciones, en las que también se confluyó con otras luchas (contra las privatizaciones,…). Pero ese modelo ha generado 2 problemas:
• Que muchas organizaciones apenas participaran realmente, más allá de poner su nombre para “salir en la foto”;
• Y que ese oportunismo, así como las evidentes contradicciones en el seno de esas mismas organizaciones oportunistas, ha llevado a diferencias muy importantes que están condicionando gravemente la lucha.
La pregunta que deberíamos hacernos todos, pero especialmente quienes aún confían en esas organizaciones, es: ¿son verdaderamente anti-nucleares el PSOE y sus “satélites”?
Los militantes alternativos participamos en esta Plataforma. Pero nunca hemos puesto nuestro nombre (se nos llegó a plantear por algunos compañeros de otras organizaciones). Lo hacemos a través de los movimientos sociales asamblearios, de base y unitarios en los que participamos, incentivando la movilización y la lucha, especialmente en nuestras localidades. Porque, a diferencia de algunos, no tenemos ningún tipo de afán de protagonismo o de obtener réditos particulares. Nos interesa, sencillamente, acabar con la nuclear, aquí y en todas partes.
La Plataforma contra la fractura hidráulica ha adoptado otro modelo, que a nosotras nos parece más interesante, y en el que nos sentimos mucho más cómodas. Se estructura en grupos locales de activistas de muy diversa procedencia y filiación, y que actúan a título individual en los grupos, no como portavoces ni representantes de ninguna organización (ni sujetos a ellas). Esos grupos locales se apoyan y coordinan entre sí para la lucha. Toda organización puede apoyar (o no) esta lucha como considere (nosotras lo estamos haciendo a través de este Comunicado). Pero, como tales organizaciones, no forman parte de la Plataforma. Eso tiene la clara ventaja de que nos evita a todos esos oportunismos de los que antes hablábamos. De hecho, no tenemos que soportar a quienes sólo buscan sus intereses (electoralistas o de otro tipo). Porque nada tienen que “pescar”. Además, esa diversidad nos enriquece a todas. Y nos hace comprender que los de abajo tenemos mucho más en común de lo que podría parecer.
Este verano se realizó una nueva marcha a Villar de Cañas contra el ATC. Y una jornada reivindicativa en las Lagunas de Ruidera contra la fractura hidráulica. Ahora se está desarrollando una campaña de denuncia por todo el río Záncara, usando para ello un “bidón radioactivo” (de mentira, claro). Y de aquí al 19 de Octubre (que este año será el día mundial de lucha contra la fractura hidráulica) se harán más movilizaciones. Los militantes de Alternativa Roja y Verde (Los Alternativos) hemos participado y estamos participando en todas ellas. Poniendo todo lo mucho o lo poco que sabemos y podemos. Y sin esperar nada a cambio. Por simple coherencia.
http://altermundialistas.wordpress.com/2013/10/07/ni-cementerio-nuclear-ni-fractura-hidraulica/
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