SOBRE LA TAN TRAÍDA COMPETITIVIDAD

LA COMPETITIVIDAD
Como ideología de ir contra la realidad concreta de hechos concretos: siete mil millones de seres humanos y con una ciencia-tecnología que avanza más deprisa que el crecimiento de la población. Y siendo hoy en día ya el automatismo, la economía predominante. Una economía predominante que no crea dinero real.
Según los voceros de la dictadura del crimen organizado financiero, la crisis se inicia a partir del 2008. El sector duro de dicho grupo se impone con su teoría práctica: la competitividad a esta crisis. Como ya lo hicieron en anteriores crisis, donde podemos apreciar sus resultados prácticos: África, Latinoamérica, etc. etc.
Así tenemos que Al Centro, no le valen el ya bajo salario, el trabajo precario, ni los contratos basura. La competitividad, les llevará a más lejos. Acuérdense del poema de Bertolt Brecht, ante igual semejanza estamos. Es un encadenamiento progresivo, que se irá superando con el trabajo prácticamente esclavo a trabajo en campos de trabajo, a trabajo en campos de exterminios: donde llegaremos así a la máxima competitividad.
De todos los países Del Centro, el más aborregado, es España. Solo en su fraude fiscal (alrededor del 23 % del PIB) supera en 10 puntos a la media europea, el paro dobla con creces la media europea, el salario mínimo y la pensión mínima entre las más bajas, sino la más baja de la Europa del €. Un tercio de las empresas españolas, entre marzo y enero, según TNE se incrementa en 8, 32 % la suspensión de pagos. La banca española, en su mayoría, no pueden pagar los bonos emitidos y los propietarios de esos bonos, no los pueden vender en el mercado. Y un millón de españoles viviendo el corralito y con un futuro de que se convierta en una plaza de toros el dichoso corralito. Por lo que la teoría de la competitividad, se hará más práctica en nuestro país que en cualquier otro del primer mundo. Reconociendo el propio ministro de la competitividad, que éste años a pesar de las reformas del ejecutivo, el crédito bajará un 10 %. Y los mismos empresarios explican en TV, que las reformas no servirán de nada si no hay consumidores. Donde podemos comprobar por estos hechos concretos, que la sociedad española está muy lejos, pero que muy lejos de otras sociedades, como por ejemplo del movimiento de masas de Grecia o de la sociedad de Islandia.
Hoy ya, sin esperar en ver a que se realice en su semejanza el poema de Bertolt Brecht, la humanidad entera, ya que la economía y su dictadura es global; y en cabeza, la sociedad del primer mundo, ya que en sí es la más preparada y la sociedad española a ser la más dañada del primer mundo, deben de movilizarse y violentamente si las circunstancias lo requieren, contra esa alternativa de la competitividad del bloque duro del crimen organizado financiero, y tan vana su teoría práctica que ellos mismos al no tener cuerpo y comprendiendo su futuro en fracaso, solo la pueden llenar de palabras huecas como confianza; como si esa palabra por sí sola diera de comer, o de que las financias somos todos. A tamaña burdo-burla llegan: por lo visto es lo mismo Botín, que el desahuciado que tiene que comer de los cubos de basura. Y si las finanzas somos todos, que la sociedad tome su alternativa: que el papel-moneda se dé directamente al consumidor desde el Banco Central y a cada uno según sus necesidades.
Francisco Fenoy

Estábien, Fenoy, que pongas la Competitividad de los cojones en el centro de los mantras demagógicas ultraliberales, cabe subrayarlo porque para ser esquema ideológico tan central, pues resulta pura demagogia, falacia total si atendemos a que el principal componente de la producción de bienes y servicios "mas competitivos" lo son porque su precio viene determinado por el dumping social, el abaratamiento de la mano de obra a niveles incompartables en este mismo siglo.
Creo que no deberíamos tener miedo a incurrir en "proteccionismos" y menos aún en nacionalismo económico si nos pronunciamos por usar de araceles para impedir el dumping social respecto de estados donde los trabajadores están sometidos a explotación feroz, donde no hay sindicatos y los salarios simplemente se hallan en un esfera inconcebible para satisfacer las necesidades mas elementales de los trabajadores, alimentación, vivienda, sanidad, enseñanza, transporte.